Los mismos sindicatos que se rehusaron a discutir con las cámaras sobre el ajuste del 30% en la Secretaría de Trabajo, ayer pidieron ser sumados a la Comisión de Industria de la Cámara de Diputados a la que habían sido convocados los empresarios para hablar de la crisis en el sector pesquero.
En la audiencia del lunes en la Secretaria de Trabajo entre los gremios marítimos y las cámaras empresarias del sector congelador tangonero, no se pudo dar inicio a las negociaciones porque el SOMU, SIMAPE y SICONARA se negaron a sentarse en una misma mesa, interrumpiendo el diálogo. En su lugar pidieron ser incluidos en la sesión de la Comisión de Industria en Diputados a la que habían sido convocados los empresarios para exponer sobre la crítica situación que atraviesa el sector langostinero congelador, pero también el sector fresquero de altura y costero de Mar del Plata con el consecuente impacto sobre las plantas de procesamiento y sus consecuencias sociales. En ese contexto, Raúl Durdos por el SOMU y Mariano Vilar por SICONARA, hicieron su exposición criticando al sector empresario y sosteniendo que no serán variable de ajuste en la crisis.
El primero en hablar fue Eduardo Boiero, presidente de CAPECA, que se refirió a las complicaciones de la situación macroeconómica y la necesidad de buscar soluciones en la micro realizando ajustes, que dijo “traen situaciones conflictivas, pero no vemos otra salida, no tenemos soluciones mágicas, solo podemos sentarnos todos en una mesa y reorganizar lo que no funciona”.
Agustín de la Fuente, presidente de CAPIP, se refirió al impacto del sector en la economía nacional en materia de empleo y de divisas que ingresan al país e hizo mención a los esfuerzos infructuosos realizados para ser considerados economía regional.
“Hoy vivimos una situación que si no nos ordenamos internamente vamos a padecer lo que hoy viven otras industrias, pero cabe aclarar que todavía tenemos toda nuestra capacidad instalada sin haber despedido un solo trabajador, es un orgullo para nosotros y da pie para que discutamos cuestiones de adecuación, hay condiciones que no manejamos nosotros, estamos operativamente fuera de la foto de costos, necesitamos actualizar condiciones que están antiguas y acordar entre todos para poder seguir trabajando”, dijo De la Fuente, e hizo hincapié en “que el único camino es el diálogo y la sinceridad sobre una matriz productiva”.
Darío Baroli, vicepresidente de Conarpesa, aportó los números del conflicto: “Tenemos un problema de precio, cuando se estableció el valor de referencia el precio era de 12 mil dólares la tonelada y ahora es de 5500 dólares. El precio nos viene de afuera y lo que hemos intentado con los gremios es adecuar el precio de venta al que estamos pagando hoy”.
En cuanto a la proporción de los salarios en el costo de producción del barco indicó: “Es el 60% del precio de venta y antes era el 35%, pero no lo hemos podido siquiera discutir con los gremios. Sabemos que para los gremios es difícil, nadie puede exigirle a otro que gane menos, pero en esta situación es muy difícil que las empresas salgan a pescar. Necesitamos que los gremios nos escuchen, mostramos nuestros libros, lo que necesiten para comprobar que es cierto”.
“Creemos que es una crisis circunstancial y se atiende con medidas circunstanciales, para que la gente pueda salir a trabajar porque hace siete meses que están parados y si perdemos esta campaña de langostino vamos a tener otros siete meses parados, es decir que en dieciocho meses la gente no va a trabajar. Podríamos empezar a destrabar la situación con la apertura a una discusión seria y cierta sobre los números que nosotros exponemos”, concluyó Baroli.
En el orden de oradores los siguió Sebastián Agliano, presidente de la Asociación de Costeros, que repitió la frase: “Nos estamos fundiendo trabajando” y describió la situación de un sector que agoniza: “Somos pymes familiares y lamentablemente este contexto que le pasa a los barcos más grandes de la zafra más importante nos golpea a nosotros también. No tenemos problemas sindicales porque tenemos un sistema a la parte y estamos compartiendo una realidad nefasta en la que un compañero nuestro se juega la vida yendo a trabajar para cobrar lo mismo que un empleado de comercio”.
Agliano les pidió a los diputados: “Si no se vive no se entiende, tienen que mojarse un poco las botas, tienen que venir a los muelles para saber qué pasa. Para saber lo que sufrimos, tienen que venir, quedan 13 lanchitas amarillas y 40 barquitos costeros. Una empresa grande se banca un paro, yo me fundo. Estamos un 20 o 30% abajo en cada marea, esa es nuestra realidad y no vemos más futuro que los concursos y convocatorias, no vemos salida más que la visibilización que puedan dar ustedes a nuestra problemática”.
Mariano González, de UDIPA, presentó los números de la pesca en general y los factores comunes que atraviesan todos los sectores en esta crisis, deteniéndose en las consecuencias sociales que está teniendo en Mar del Plata: “Tenemos una situación compleja, varias empresas de procesamiento están cerrado sus puertas desde hace un tiempo y la cadena de pago se empieza a resentir. Sigue siendo un puerto importante, pero de a poco está crujiendo”.
Señaló que desde hace mucho tiempo todos los sectores vienen denunciando “esta situación crítica y destructora de costos” que hoy los deja en “una grave situación de rentabilidad que impacta en la capacidad de competitividad”. Agregó que en ese contexto “el sector empresario ha hecho el esfuerzo de mantener los niveles de ingresos para seguir la evolución del costo de vida” pero que “con nuestra estructura de costos no podemos seguir trabajando”. Lamentó estar “enfrascados en estas discusiones” cuando están quedando fuera del mercado.
Luego de la exposición de este panorama desolador, tomó la palabra Raúl Durdos, el secretario general del SOMU: “Este es un país que legisla de espaldas al mar y a nadie se le da el forro de las pelotas hacer algo por los marítimos, por la pesca y el país. Muchos se mueren en el mar y ahí nadie se fija, tampoco se fija el Estado cuando nos mete la mano en el bolsillo y nos quita el 35% de las ganancias”, dijo.
Durdos aseguró que en España “es donde manejan el recurso de la pesca de los argentinos y ahora nos quieren manejar las paritarias también” y en otro orden de cosas agregó: “El Estado pone pautas, pero no pone pautas por el impuesto a las ganancias y las pautas son para nosotros y estos señores que tendrán sus razones quieren que bajemos el 50% del valor de la captura y que bajemos otro 25% en los ítems fijos, más el 35% del impuesto a las ganancias y el 21% de los descuentos legales. ¿Qué tenemos que pagar para ir a trabajar? Yo no voy a traicionar a mi gente porque se sacrifica mucho para llevar el pan a su casa”, cerró, informando que hay cientos de personas en las rutas de Puerto Madryn, Goya y Corriente Capital.
Luego llegó el turno de Mariano Vilar, del Sindicato de Conductores Navales, que se quejó porque las temporadas de distintas especies son más cortas, siendo que “eso repercute en un menor tiempo de trabajo” y denunció que “no hay despidos porque después de terminada la zafra desvinculan a gran parte de las tripulaciones y ahora parece que los trabajadores somos los culpables de que los números no dan”.
Molesto por haberse dado a conocer el salario bruto de sus representados que se encuentra en aproximadamente 20 millones de pesos increpó a los empresarios diciéndoles: “Les gusta hablar de sueldos brutos, es como si yo hablara del precio del langostino en góndola, estamos equivocados, hablar de sueldos brutos cuando el trabajador se lleva menos del 50% por el intermediario que es el Estado, es como si yo dijera que la tonelada no la venden en 6 millones de pesos sino 20 millones, algo pasa en el medio pero claro, la culpa la tenemos los trabajadores. Me parece que estamos para una discusión más seria, todos los gremios estamos para una discusión más seria, dicen que tenemos que bajarnos los sueldos como si ganásemos fortunas” y concluyó diciendo que quiere “trabajar en una ley de fomento pesquero” para resolver los desequilibrios junto con los empresarios.