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Un informe de la consultora INVECQ, presentado por entidades pesqueras, alerta sobre la falta de rentabilidad y el encarecimiento de costos. “Es imperativo que trabajemos de manera conjunta y consensuada”, remarcaron.

El sector pesquero enfrenta una crisis aguda que amenaza con traer consecuencias irreversibles si el Gobierno nacional no atiende las demandas del sector. Así lo advierte un informe elaborado por la consultora INVECQ y presentado por la Asociación de Embarcaciones Pesqueras y Fresqueras, la Unión de Intereses Pesqueros Argentinos, la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca y la Cámara Pesquera ALFA.

El estudio ofrece una radiografía detallada de la actividad económica de la pesca y subraya que la rentabilidad del sector se encuentra en terreno negativo. Según el informe, la situación afecta principalmente a los barcos fresqueros y las plantas procesadoras en tierra debido a la combinación de menores precios internacionales, un tipo de cambio bajo en términos históricos y la vigencia de derechos de exportación. A esto se suma el incremento de los costos operativos, impulsado por la apreciación del peso y el exceso de regulaciones.

“Tanto los barcos fresqueros que operan sobre la merluza hubbsi y el variado costero, como las plantas procesadoras que elaboran en tierra dicha producción y que luego la exportan, están operando en situación de quebranto”, sostiene el documento. En este primer informe, el análisis se centra en el primer eslabón de la cadena, el extractivo, aunque las soluciones propuestas buscan mejorar la rentabilidad de toda la actividad.

Las entidades pesqueras advirtieron que, aunque una devaluación podría traer cierto alivio, el Gobierno ha dejado en claro que mantendrá su política de depreciación mensual del peso en torno al 1%, lo que dificultará la recuperación del sector. “La industria pesquera necesita recuperar competitividad porque poco queda para comenzar a sufrir consecuencias irreversibles”, remarcaron.